La Torre Eiffel, encendida con mil luces por la noche, se convierte en una magia ligera que enciende a París. Las luces brillantes en su estructura de metal crean una atmósfera mágica. Ya sea que se ve desde las orillas del Sena o del Campivo de Marte, su brillantez cautivadora sorprende a los visitantes. La Torre Eiffel, testigo de los amores parisinos, encarna la magia romántica de la ciudad de la luz. Su brillantez nocturno hace que cada momento a su lado sea un recuerdo inolvidable.