En su forma hostil, adquiere una presencia más inquietante, con una tez gris enferma. Esta versión esquelética de él retrata un aumento significativo en sus características esqueléticas. Sus piernas se parecen a meros huesos desnudos, careciendo de cualquier apariencia de carne o pelaje. Las patas, en particular, son completamente esqueléticas con dedos alargados de hueso. La parte más dramática de la transformación se puede ver en su boca, que se ha alargado en un grado alarmante, superando la longitud de su torso. Su torso, por otro lado, muestra un parecido inesperado con un estegosaurio, con crestas y placas que adornan su espalda.