La selección francesa de fútbol ha ganado varios títulos prestigiosos, entre ellos dos Mundiales (1998 y 2018) y dos Eurocopas (1984 y 2000). Su emblema, el gallo galo, simboliza la vigilancia y la valentía, y es un homenaje a las raíces celtas de Francia. Este gallo aparece orgulloso en sus camisetas, recordando el espíritu de combatividad y unidad del equipo y la nación.