En el mismo barrio vivían un perro y un gato. A menudo se cruzaban en el parque. Al perro le encantaba la dulzura del gato. El gato admiró la lealtad del perro. Un día intercambiaron una mirada más tierna que de costumbre. Desde entonces pasaron sus días juntos. El día de San Valentín se regalaron un collar y una flor. Su amistad se había convertido en una hermosa historia de amor.