Es invierno. El perro corre feliz por la nieve. El gato lo sigue saltando. Juegan a perseguirse entre los árboles. El perro se sacude la nieve del pelaje. El gato se sube a una rama baja para observarlo. Juntos cavan un agujero en el polvo. Una bola de nieve se desliza hacia abajo y los sorprende. Se detienen divertidos y salen corriendo de nuevo.