En Poppy Playtime 4, los ojos simbolizan la vigilancia constante y la pérdida de privacidad dentro de la fábrica. La mirada inquietante de los juguetes sugiere que son más que creaciones sin vida: están observando. Las cámaras ocultas y las imágenes inquietantes refuerzan la idea de que siempre hay alguien observando. Los ojos también pueden representar los restos de conciencia atrapados en los juguetes. Siguen al jugador, insinuando una presencia que lo ve todo pero permanece invisible. En última instancia, los ojos profundizan el horror al desdibujar la línea entre el observador y lo observado.